Una nueva definición de esa franja orbital «privilegiada» empuja a
nuestro planeta hasta el límite, cerca del lugar donde la vida ya no sería
posible:
Un grupo de
investigadores de la Penn State University acaba de cambiar la definición de
"zona de habitabilidad" de una estrella. Una modificación que, entre
otras cosas, desplaza a la Tierra desde el centro de esa franja orbital
privilegiada y la empuja hasta muy cerca de su borde interno, más allá del cual
la vida no sería posible.
Comparando
las viejas estimaciones con las nuevas, los científicos se han encontrado con
que la zona habitable de una estrella se encuentra, en realidad, algo más lejos
de ella de lo que se creía.
Como
consecuencia de este cambio la Tierra, en contra de lo que se pensaba, no se
encuentra en el centro de la zona habitable del Sol, sino muy cerca de su borde
interno. Un poco más allá de ese borde (y por lo tanto más cerca del Sol) se
encuentra Venus, un planeta literalmente achicharrado y con una temperatura
media de casi 400 grados. Por el otro lado, más allá del borde externo, está
Marte, un mundo helado y en el que el agua solo se encuentra hoy en forma de
hielo.
FUENTES DE INFORMACION:
David Campo Fernández, 1ºBach A
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