Después de esa puerta hay vitrinas de madera añeja albergan una inesperada y valiosa colección de figuras de cera que muestran con una precisión apabullante todos los detalles de las entrañas del ser humano.
Y la sorpresa del visitante no se debe sólo al material con el que fueron fabricadas, sino a que fueron esculpidas para formar a médicos y matronas en el siglo XVIII, en una época en la que los medios para conocer el cuerpo humano eran todavía muy limitados. Aunque hoy en día ya no cumplen esa tarea, la de formar, la mayor parte de las personas que se acercan a conocer este museo, que habitualmente está cerrado y sólo puede visitarse con cita previa, suelen ser estudiantes de Medicina o anatomistas.
Para mas información entra en el siguiente enlace-->http://www.elmundo.es/ciencia/2014/03/30/5335a583e2704e1e078b457e.html
Alumno:Daniel Saínz Nóvoa
Curso:1 BACH D
Nº:24
Alumno:Daniel Saínz Nóvoa
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