miércoles, 9 de noviembre de 2011

¿Un Planeta Potencialmente Habitable a 20 Años-Luz de la Tierra?

El reciente descubrimiento de un nuevo planeta, parecido a la Tierra en varios aspectos, nos permite preguntarnos si podría permitir la existencia de vida en él. Es uno de dos nuevos planetas encontrados alrededor de la estrella Gliese 581, una enana roja ubicada aproximadamente a 20 años-luz de la Tierra. El planeta, denominado Gliese 581g, orbita dentro de la franja conocida como zona habitable. Dicha franja está determinada por las distancias mínima y máxima entre un mundo y su estrella que permiten al planeta recibir la energía precisa para mantener en estado líquido el agua en la superficie o cerca de ella.





Este hallazgo sugiere que el porcentaje de estrellas de nuestra galaxia que tienen a su alrededor planetas potencialmente habitables podría ser muchísimo mayor de lo que se creía hasta ahora.

El nuevo estudio eleva a 6 la cantidad total de planetas en órbita a Gliese 581. Esos planetas giran en torno a su estrella en órbitas casi circulares, como sucede en nuestro sistema solar.






Los astrónomos, miembros del grupo Lick-Carnegie de búsqueda de exoplanetas (un equipo que depende del Instituto Carnegie y el Observatorio Lick), han analizado 11 años de datos de velocidad radial de la estrella. Este método de análisis de velocidad radial se basa en medir los sutiles movimientos de una estrella en respuesta al "tira y afloja" gravitacional que sostiene con otros cuerpos de su vecindario. Aunque el efecto gravitacional de un planeta sobre su estrella sea muy inferior al ejercido por ésta sobre el planeta, es lo bastante fuerte como para ser medido, permitiendo ello detectar la presencia de este último.

El análisis de los datos ha permitido a los investigadores determinar la masa del planeta y su periodo orbital, y a partir de aquí ha sido posible inferir otros datos.

Los cálculos del equipo de Paul Butler indican que el planeta tiene entre 3,1 y 4,3 veces la masa de la Tierra, sigue una órbita circular de 36,6 días de duración en torno a su sol, y su diámetro es entre un 20 y un 50 por ciento mayor que el de la Tierra.

Es bastante probable que el planeta, debido a su notable cercanía a la estrella, haya sincronizado su rotación con su traslación, de modo que siempre presente la misma cara a la estrella. Si es así, eso implica que en un lado del planeta siempre es de día, y en el otro siempre es de noche, con la consecuencia de un calor infernal en la cara diurna y un frío glacial en la cara nocturna. Sin embargo, en las zonas de alba o crepúsculo permanentes las temperaturas serían templadas, haciéndose progresivamente más cálidas en dirección a la zona diurna, y más frías hacia la dirección contraria.

La gravedad en la superficie del planeta es entre un 10 y un 70 por ciento mayor que la de la Tierra. Por tanto, es lo bastante intensa como para retener una atmósfera.

El hecho de que los astrónomos hayan sido capaces de detectar este planeta tan pronto y tan cerca de la Tierra sugiere que los planetas habitables son bastante comunes. En cuanto algunos otros planetas parecidos hayan sido descubiertos, será posible hacer una estimación bastante fiable del porcentaje de planetas con potencial biológico existentes en la galaxia.